En busca del horizonte último

  “Todos los ríos al llegar al mar entregan su agua y pierden su nombre”. 

  “All rivers when they reach the sea give up their water and lose their name”. 

Todos somos extranjeros en algún lugar del mundo, pero no todos vivimos esa extranjería con la misma intensidad. Esa tensión —entre quién mira y quién es mirado, entre quién parte y quién espera— recorre esta serie fotográfica tomada desde la costa andaluza. Desde Almería hasta Sanlúcar de Barrameda, el mar aparece no solo como escenario, sino como espejo: espejo de dos búsquedas que convergen en el horizonte. Desde aquí, desde esta orilla del mundo, estas fotografías nacen de una mirada que busca sentido: una contemplación de la migración no como cifra ni estadística, sino como experiencia humana, profunda, íntima. Desde el Sur, desde la otra orilla, otra mirada se proyecta hacia estas costas: la mirada del que parte, del que huye, del que busca un destino donde vivir y ser.
En esta búsqueda de sentido y destino, en este juego de reflejos, el mar es frontera y puente; un abismo que separa, pero también una promesa. El horizonte se vuelve línea compartida entre dos trayectorias vitales: la del que intenta comprender y la del que intenta llegar. Las fronteras no se dibujan solo en los mapas, sino en las miradas, en los prejuicios, en el miedo.
El mar, en su constante transformación, también encarna los estados del alma: la calma, la tormenta, la incertidumbre y la esperanza. Así como
cambia el mar, cambian quienes lo cruzan y quienes lo observan, en una travesía que es tanto geográfica como emocional. Este trabajo fotográfico es una invitación a mirar desde aquí, desde el Norte, pero con conciencia del Sur. A entender que las olas que rompen en estas playas traen consigo no solo cuerpos, sino historias, duelos, sueños y silencios. Y que en el fondo, todos —desde un lado u otro del horizonte— estamos buscando lo mismo: un lugar donde la vida tenga sentido, y un destino al que pertenecer sin miedo.