España es uno de los pocos países de Europa donde todavía abundan campos de flores silvestres. Inspirada en el naturalista Alexander von Humboldt, que inventó nuestra forma de mirar a la naturaleza, comencé a recopilar todas aquellas plantas silvestres que crecían libremente en las cunetas, en los bordes de los caminos, a pie de cultivos, casi en cualquier lado.
Decidí entonces sacarlas de contexto y ponerlas en valor. Hice que posaran para mi. Agostadas, como frágiles esculturas en óxido en la época estival. Florecidas, en primavera. Comparto con Karl Blossfelt, su creencia de que cada planta debe ser valorada como estructura totalmente artística y arquitectónica. Y saliéndome de una representación puramente analítica, he tratado de representar la emoción que en mí provocan sus geometrías, sus colores y sus formas. Mismo tamaño, mismo ritmo, mismo contexto, como las ilustraciones botánicas del s.XIX, para este pequeño homenaje.
Inspired by the naturalist Alexander von Humboldt, who invented our way of looking at nature, I began collecting all those wild plants that grew freely on roadsides, along roadsides, at the edge of crops, almost everywhere.
I then decided to take them out of context and give them value. I made them pose for me. Withered, like fragile rusty sculptures in the summer. In bloom, in spring. I share Karl Blossfelt’s belief that each plant should be valued as a fully artistic and architectural structure. And, moving away from a purely analytical representation, I have tried to represent the emotion that their geometries, colors, and shapes provoke in me. Same size, same rhythm, same context, as the botanical illustrations of the 19th century, for this small tribute.